V ENCUENTRO DE HERREROS
A Pontenova
5, 6 y 7 de Septiembre 2008
A Pontenova
V Encuentros del hierro
Un año más, herreros de toda España y de distintos países se dieron cita en el “V Encontro de Ferreiros”, celebrado del 5 al 7 de septiembre en A Pontenova (Lugo). Un municipio cuya historia está íntimamente vinculada a la cultura del hierro. Una gran carpa instalada al pie de los cinco hornos de calcinación del hierro, genuino emblema de la localidad, albergó las distintas actividades y trabajos de forja. En cambio, las ponencias presentadas, la asamblea o el concierto, programados también durante los encuentros, tuvieron como escenario el salón de actos de la Casa de la Cultura. Todo ello proporcionado por el Ayuntamiento de A Pontenova, cuya colaboración ha sido de gran ayuda.
El primer día comenzó con una interesante demostración práctica de grabado con buril, protagonizada por el maestro Javier Gorosarri de Berriz. Una vez que finalizada, los participantes tuvieron oportunidad de practicar y familiarizarse con esta técnica.
El programa continuó con una segunda demostración de repujado de chapa sobre tas de plomo o brea, a cargo de Diego Díaz, maestro herrero y profesor de la Escuela de Arte de Zaragoza. El tas de plomo fue además, un instrumento imprescindible a la hora de elaborar más tarde otras piezas previstas en el encuentro.
Ya a mediodía, tuvo lugar la asamblea de la Asociación Consejo del Hierro que aprobó la propuesta de celebrar los encuentros cada dos años, permitiendo así a la organización disponer de más tiempo para preparar la convocatoria y, además, de un año intermedio para concretar algún curso específico.
Por la tarde, Bea Delgado Martínez de Rituerto, diseñadora de Camper, impartió la ponencia: “Reflexión sobre estética”.
Acto seguido, el maestro francés Patrick Molineri deleitó a todos los presentes con su demostración “Trabajo con martinete aplicado a hierros de gran formato”, en la que dejó patente como unas manos expertas pueden realizar piezas de extraordinaria delicadeza, en un tiempo récord, con una herramienta como el martillo pilón. A la conclusión, los participantes pudieron practicar con el martinete.
La jornada del sábado comenzó con la ponencia sobre “Prevención de lesiones musculoesqueléticas en el oficio de herrero”, a cargo de Mª. Teresa Jorge Mora, médico rehabilitador, y Ana Crespo Pouso, fisioterapeuta, que, con sus explicaciones y consejos, seguro que contribuirán a reducir las lesiones derivadas de la práctica de este oficio.
Y continuó con la actividad que iba a ocupar buena parte del tiempo y esfuerzos de los participantes, con estupendos resultados: la realización de un trabajo escultórico colectivo, coordinado por Vladimir Sokhonevich, maestro herrero y profesor de la Escuela de Arte de San Petersburgo (Rusia). Para materializar la escultura y, sobre todo, sus motivos florales de grandes dimensiones, fue preciso utilizar macizos de hierro de importantes calibres, y angulares y chapas también de grandes tamaños. Se trataba de que los conocimientos y técnicas adquiridos durante el encuentro se empleasen en la elaboración de la escultura. Y así, los procedimientos de repujado sobre tas de plomo sirvieron para dar forma a las grandes hojas de chapa y, el martinete, para los remates superiores de la escultura a partir de los gruesos macizos.
La participación fue muy alta y, tras las primeras explicaciones de Vladimir, muchos participantes se organizaron de inmediato en grupos de trabajo para ponerse manos a la obra. La escultura ocupó el resto de la jornada, que culminó después de la cena con un concierto de txalaparta, interpretado por el grupo Yunque, clavo y alcayata, y en el que se implicaron activamente muchos de los presentes.
El domingo estuvo dedicado fundamentalmente a rematar del todo la escultura, aunque también hubo tiempo suficiente para asistir a la interesante ponencia que impartió el historiador Miguel A. Abraira sobre “Las minas de hierro de Vilaodriz: historia y futuro”, y en la puso en valor el patrimonio de este municipio y, de paso, le dio un toque de atención a las distintas administraciones para que se impliquen más y mejor en su conservación.
Durante las jornadas, siempre abiertas al público y no sólo a los profesionales del gremio, la Casa de Cultura fue también la sede de una exposición temporal de trabajos artísticos de varios herreros.
Los encuentros también contaron con una fragua participativa y un pequeño espacio de la Asociación Consejo del Hierro, con información sobre el programa previsto y de la propia asociación. Este espacio dispuso también de una pequeña tienda de camisetas del “Consejo del Hierro” y productos de elaboración artesanal, algunos de ellos muy interesantes para un herrero, como el aceite de hipérico, recomendado para quemaduras, o jabón de piedra pómez, elaborados por Ainara Díez.
En cualquier caso, la presencia y participación de herreros profesionales fue muy elevada, aún más si cabe que en ediciones anteriores, con una importante representación de países como Alemania, Holanda, Francia o Rusia. Si a este dato se unen su grado de satisfacción y el hecho de que las personas que han participado en ediciones anteriores suelen repetir, todo hace pensar que la organización sigue por el buen camino y que sólo cabe continuar, mejorando en lo posible, de cara a próximos encuentros.
Álvaro Gonzalo
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